En casi todos los puestos de trabajo existen recomendaciones y normas de seguridad que se tienen que llevar a cabo para no sufrir riesgos. Hoy, gracias a la investigación sabemos que más allá de los cascos, las sillas ergonómicas y los guantes de trabajo podemos estar preparados ante riesgos que parecen menos obvios. Hablamos de trastornos del sueño y de alteraciones en el ciclo menstrual.
En los turnos de trabajo que no son fijos, y en los turnos de noche, se producen alteraciones de los ritmos circadianos del cuerpo que controlan las hormonas, el ciclo sueño-vigilia o la temperatura corporal. Así, aparecen problemas de sueño, alteraciones gastrointestinales, malestar, fatiga e irritabilidad y un aumento de los accidentes laborales.
En un estudio de más de 71.000 enfermeras de EEUU se observó que las enfermeras que trabajaban sin turno fijo tenían períodos menstruales alterados de más de una semana. No puede hablarse de relación causa efecto, pero si de correlación. Asímismo ocurre que en general correlaciona la alteración del ciclo menstrual con dificultades de concepción.
Con una buena adaptación a los cambios de turno y horarios se consigue paliar gran parte de estos problemas asociados. Si tienes un trabajo a turnos consulta con tu médico de empresa o con especialistas para hacer un plan de adaptación a los horarios personalizado.
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