El santo y seña de la psiquiatría, el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM-IV), define bajo deseo sexual como la "ausencia o deficiencia de fantasías sexuales y de deseos de actividad sexual" que repercute de forma muy significativa en el bienestar personal, llegando incluso a producir, según los expertos, graves fisuras dentro de la pareja: normalmente se tiende a negar y a evitar las relaciones ya que no consiguen disfrutar de éstas como lo hacían antes.
Así, el último número de la revista 'The Journal Sexual of Medicine'se hace eco de este problema y dedica uno de sus capítulos a hacer un repaso por el trasfondo de esta disfunción sexual. El investigador Johannes Bitzer, del departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Basilea (Suiza), apuesta por adoptar un enfoque desde distintos ángulos para abordar el problema, pues asegura que el deseo sexual hipoactivo (HSDD)-por sus siglas en inglés- es en la mayoría de los casos de origen multifactorial. De este modo, concluye el documento que "el procedimiento de actuación estándar para este problema debe basarse en una perspectiva biopsicosocial, multidimensional e integradora".
Causas y tratamiento
El impulso físico está modulado, principalmente, por la edad, la salud personal, los requisitos hormonales y el estado de ánimo. Mientras que la motivación lo está por las experiencias previas y lacalidad y duración de la relación. Por ejemplo, cita este experto, si la duración de la relación sexual en una mujer casada es satisfactoria, y placentera, no existirá ningún problema. Sin embargo, si ésta es aburrida y no placentera, cursará con alteraciones.
Así, "cualquiera de estas alteraciones puede afectar al deseo sexual femenino, de ahí que sea tan frecuente –una de cada tres mujeres lo sufre en España- y nada fácil de manejar ya que se pueden juntar varios motivos", mantiene.
El problema de esta disfunción existe cuando persiste y se instala de alguna forma, y durante mucho tiempo, en la intimidad de alcoba.
Por tanto, las líneas de tratamiento a seguir deben estar enfocadas, según apunta el investigador Johannes Bitzer, desde una perspectiva multidimensional. "Es muy importante que la terapia sea mixta: médica y psicológica", añade Palacios.
Con este abordaje, ¿se puede recuperar el deseo sexual? La respuesta es clara y contundente: "Sí". De hecho, según apuntan varios expertos en sexología, si el problema se afronta de forma conjunta, junto con la pareja, éste tiende a desaparecer mucho más rápido.
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