viernes, 28 de junio de 2013

Menos humos, más salud.



Todas sabemos que el verano no sería lo mismo sin una barbacoa en el jardín. Sin embargo, los expertos advierten que la carne quemada y el sabor ahumado del asado a la parrilla podrían poner en riesgo su salud.

La buena noticia es que si planifica con antelación y toma algunas decisiones inteligentes, podrá disfrutar de las barbacoas del verano y reducir su exposición a sustancias químicas que pueden causar cáncer.

Asar a la parrilla a alta temperatura puede transformar las proteínas presentes en las carnes rojas, de cerdo, ave y pescado en aminas heterocíclicas (AHC), sustancias químicas que han sido relacionadas con cánceres de mama, estómago, próstata y colon.

“Lo que pasa es que las altas temperaturas pueden modificar la forma de la estructura de las proteínas en la carne y convertirlas en un agente irritante del organismo que está considerado un carcinógeno químico”, señaló Stacy Kennedy, nutricionista del Instituto del Cáncer Dana-Farber, en un comunicado de prensa.

Otro agente causante de cáncer, los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), están presente en el humo de la barbacoa. Los HAP se forman cuando la carne, al cocinarla a la parrilla, suelta grasa y jugos sobre la fuente de calor.
“Es justo aquí cuando se producen los componentes principales que causan cáncer”, señaló Kennedy. “Así que usted querrá reducir la exposición a ese humo”.
Para aquellos que tienen pensado encender la parrilla este verano, os ofrecemos los siguientes consejos a fin de reducir la exposición a los agentes que causan cáncer.
  • Elige las carnes con prudencia. Evita asar a la parrilla carnes muy grasas, como las costillas y salchichas. A cambio, elige carnes magras que sueltan menos grasa y producen menos humo. Retira siempre la piel y el exceso de grasa. También es buena idea elegir cortes de carne más pequeños, como las brochetas, que requieren un menor tiempo de cocción.
  • Los adobos, que sean suaves. Los marinados y adobos más espesos tienden a chamuscar la carne, lo que aumenta la exposición a los agentes que causan cáncer. Elige marinados a base de vinagre o limón, que crearán una capa protectora sobre la carne.
  • Reduzca el tiempo del asado a la parrilla. Siempre descongele la carne antes de cocinarla. Las carnes y el pescado deben cocinarse parcialmente en el microondas antes del asado a la parrilla. Esto reducirá el tiempo de cocción y el riesgo de exceso de humo.
  • ¡Media vuelta!. Voltear las hamburguesas una vez cada minuto le ayudará a evitar que la carne se queme o chamusque.
  • Ten en cuenta el lugar donde coloca los alimentos. Asegurate de colocar los alimentos al menos a 15 cm de distancia de la fuente de calor. Evitarás que se quemen.
  • Considera la posibilidad de asar también vegetales. Asa a la parrilla tus vegetales favoritos ya que no contienen proteínas que forman los nocivos AHC. “La gente se sorprende, pero se pueden comer vegetales chamuscados con total seguridad”, apunta Kennedy. “Sus proteínas son diferentes y no tienen el mismo efecto que las de la carne”.
A pesar de los riesgos, los aficionados a las barbacoas deben mantener las cosas en perspectiva. “Si prepara alimentos a la parrilla y sigue los consejos de seguridad adecuados, el riesgo de contraer cáncer es muy bajo, aseguró. “Tener sobrepeso o ser obeso, afecciones que han alcanzado niveles de epidemia en EE. UU., son factores de riesgo mucho más importantes para desarrollar cáncer que el consumo de alimentos a la parrilla”.

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