viernes, 29 de junio de 2012

El ejercicio moderado puede reducir el riesgo de cáncer de mama.

(c) mueritz
Un estudio reciente sugiere que las mujeres que hacen ejercicio podrían reducir su riesgo de cáncer de mama en hasta 30 por ciento.
Sin embargo, el aumento de peso podría socavar el beneficio del ejercicio, señalaron los investigadores.

"Nuestro estudio mostró que la actividad física recreativa moderada podría reducir el riesgo de cáncer de mama", afirmó la investigadora líder Lauren McCullough, de la Facultad Gillings de Salud Pública Global de la Universidad de Carolina del Norte.
"Algo importante que encontramos fue una reducción en el riesgo de cáncer de mama en las mujeres que hacían ejercicio tras la menopausia", comentó. "Es algo particularmente alentador, dada la edad tardía de inicio para el cáncer de mama".

El informe aparece en la edición en línea del 25 de junio de la revista Cancer.
Para el estudio, el equipo de McCullough recolectó datos sobre más de 1,500 mujeres con cáncer de mama, y un número similar de mujeres sin la enfermedad. Todas las mujeres habían participado en el Proyecto de estudio sobre el cáncer de mama de Long Island.
Hallaron que las mujeres que hacían ejercicio antes o después de la menopausia tenían un menor riesgo de cáncer de mama.

Las mujeres que hacían de 10 a 19 horas de ejercicio por semana mostraban el mayor beneficio, una reducción en el riesgo de alrededor de 30 por ciento.
El riesgo de cáncer de mama se redujo con cualquier cantidad de ejercicio, halló el estudio. La reducción en el riesgo se observó sobre todo en el cáncer de mama de receptor de estrógeno positivo, el tipo más comúnmente diagnosticado entre las estadounidenses.
Sin embargo, incluso entre las mujeres activas, aumentar una cantidad significativa de peso, sobre todo después de la menopausia, incrementaba el riesgo de cáncer de mama, negando el efecto beneficioso del ejercicio, hallaron los investigadores.
McCullough dijo que se desconocen los motivos de que el ejercicio esté relacionado con un menor riesgo de cáncer de mama.
Pero se sabe que mantener un peso corporal normal se asocia con una reducción en el riesgo de cáncer de mama.
"Se piensa que una reducción de la grasa corporal resulta en una menor exposición a las hormonas, factores de crecimiento y marcadores pro inflamatorios en circulación, que se ha mostrado se relacionan con el riesgo de cáncer de mama", comentó.
"Otros mecanismos incluyen una mejor respuesta inmunitaria, capacidad antioxidante y reparación del ADN", añadió.
Una experta considera que reducir el riesgo de cáncer de mama implica vivir un estilo de vida más sano en general.
"Cada vez hay más evidencia de que una de las cosas que las mujeres pueden hacer para reducir el riesgo de cáncer de mama y otros cánceres es modificar su estilo de vida", enfatizó la Dra. Stephanie Bernik, jefa de cirugía oncológica del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York.

Las mujeres que hacen más ejercicio probablemente lleven un estilo de vida más sano: vigilan la alimentación, no fuman, no beben. "Es difícil decir que se trata solo del ejercicio", comentó Bernik. "Esto concuerda con lo que les decimos a las pacientes, que si llevan un estilo de vida sano, probablemente pueden reducir el riesgo de cáncer".






Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTES: Lauren McCullough, M.S.P.H., University of North Carolina Gillings School of Global Public Health, Chapel Hill, N.C.; Stephanie Bernik, M.D., chief, surgical oncology, Lenox Hill Hospital, New York City; June 25, 2012, Cancer, online
HealthDay

viernes, 22 de junio de 2012

La leche materna aporta esperanzas para la lucha contra el VIH/SIDA

(c)Sanutri, alimentación para tu bebe
La leche materna puede contener ingredientes que podrían frenar la propagación del VIH / SIDA, sugiere un estudio reciente.

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte han descubierto que los bebés que son amamantados tienen menos probabilidades de desarrollar la infección que los que no lo son. La institución considera, pues, la leche materna puede contener un elemento que podría conducir al desarrollo de un tratamiento para la afección.

El profesor J. Víctor García, autor principal del estudio, dijo que los hallazgos ofrecen "nuevas pistas para el aislamiento de productos naturales que podrían ser utilizados para combatir el virus". Dijo que el estudio dio a los científicos una "visión significativa" de una "capacidad asombrosa" de la leche materna para destruir el VIH y evitar que se transmita.

El Dr. García añadió que el aprendizaje de cómo se transmite el VIH a los lactantes a pesar de "efectos protectores" de la leche debe permitir a los investigadores "cerrar esta puerta importante para la propagación del SIDA".

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, 34 millones de personas en todo el mundo estaban viviendo con la enfermedad durante el año 2010.

miércoles, 13 de junio de 2012

Descubiertos nuevos genes de las migrañas.

©liss_mcbovzla
 Se han descubierto dos vínculos genéticos adicionales con las migrañas. Este hallazgo no ayudará todavía a los que sufren de los molestos dolores de cabeza, pero algún día podría conducir a nuevas terapias.

Al comparar el ADN de más de 2.300 pacientes de migrañas sin aura (el tipo de migraña más común) con 4.580 personas de la población general, científicos alemanes y holandeses detectaron dos variantes genéticas asociadas con esa forma de migraña. La investigación de Arn van den Maagdenberg, del Centro Médico de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, amplía un estudio de EEUU publicado el año pasado que identificó a tres genes relacionados con las migrañas, y que sugería que las personas que heredaban cualquiera de esos genes tenían entre 10 y 15 por ciento más riesgo de la afección.

"Las migrañas se tratan, reconocen y diagnostican poco, sobre todo las migrañas comunes que no tienen ninguno de los síntomas dramáticos", señaló la Dra. Gayatri Devi, neuróloga del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York. "Muchas veces, la gente cree que es su culpa o que el estrés las provoca... es bueno saber que las enfermedades tienen una base genética, que no todo está en la cabeza".

"Estamos intentando hallar la base genética de la migraña, y hablando básicamente, esto es el inicio", señaló Dr. Stephen Silberstein, director de Centro Jefferson del Dolor de Cabeza de la Universidad de Thomas Jefferson, en Filadelfia. "Ahora sabemos en qué vecindario están localizados los genes, pero aún no sabemos dónde están las casas. Es un primer paso importante".

Silberstein y Devi concurrieron en que podrían faltar muchos años antes de que estos hallazgos apunten a nuevos tratamientos preventivos o analgésicos para las migrañas. Para quienes las sufren con frecuencia, las terapias preventivas incluyen ciertos tipos de bloqueadores beta, antidepresivos, anticonvulsivos o inyecciones de Botox. Los analgésicos incluyen desde ibuprofeno de venta libre, aspirina o acetaminofén, a triptanos con potencia de receta, que estrechan los vasos sanguíneos del cerebro y alivian la inflamación.
Devi alabó el estudio por su gran tamaño, y dijo que "estuvo muy bien hecho" y que ayudará en los esfuerzos investigativos continuos por entender las bases biológicas de la afección.
"Si podemos señalar de qué son responsables estos genes, podemos comprender mejor la patología de las migrañas y, con algo de suerte, desarrollar tratamientos que se dirijan a las áreas vulnerables", aseguró. "Pero entre una asociación y una causa hay un largo trecho".





Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Stephen D. Silberstein, M.D., director, Jefferson Headache Center, Thomas Jefferson University, Philadelphia; Gayatri Devi, M.D., attending neurologist, Lenox Hill Hospital, New York City; June 10, 2012, Nature Genetics, online
HealthDay

lunes, 4 de junio de 2012

Último estudio sobre la Soja y los sofocos.

©solylunafamilia

Una investigación reciente demuestra que dos raciones diarias de soja pueden reducir la frecuencia y el grado de los sofocos que sufren las mujeres durante la menopausia en hasta un 26% en comparación con un placebo.

El estudio llevado a cabo en la Universidad de Delaware y publicado en Menopause: la revista de la Asociación Norte Americana de la Menopausia es el estudio más grande publicado hasta la fecha sobre los efectos de la soja en la menopausia.

Los investigadores analizaron 19 estudios existentes y analizaron los registros médicos de más de 1200 mujeres y encontraron que a pesar de las discrepancias acerca de la dosis, el efecto global de la soja seguía siendo positivo.

Según el equipo del estudio, la ingestión de 54 miligramos de isoflavonas de soja todos los días durante un período de 6 semanas a un año es el curso de acción más efectivo.

Los investigadores se interesaron en la soja después de darse cuenta de la baja frecuencia de sofocos que sufren las mujeres japonesas, que podría deberse a su dieta.