lunes, 18 de febrero de 2013

Fitoterapia frente a Terapia Hormonal Sustitutiva





Trébol rojo
La fitoterapia combinada con trébol rojo y soja se ha mostrado eficaz y segura en la reducción de la sintomatología climatérica, reduciendo significativamente la frecuencia de los sofocos en mujeres postmenopáusicas y menopáusicas, con efecto positivo en la citología vaginal. Este compuesto natural, seguro y bien tolerado, produce una reducción significativa y clínicamente relevante de la sintomatología vegetativa, sofocos, sudoraciones y sintomatología psíquica, además de una mejora del perfil lipídico mediante reducción de los niveles de colesterol total, c-LDL, y un incremento de c-HDL a los 6 meses de tratamiento.

La soja y el trébol rojo contienen fitoestrógenos, un tipo de isoflavonas. Los fitoestrógenos son sustancias naturales derivadas de las plantas con actividad estrogénica. Se han realizado numerosos estudios que demuestran que los fitoestrógenos presentan funciones biológicas con propiedades agonistas y antagonistas, así como efectos beneficiosos sobre la salud y la mejora de la calidad de vida sobre todo en mujeres posmenopáusicas (1).

trébol rojo

En este sentido, el trébol rojo (Trifolium pratense L., Fabaceae) es una especie medicinal que está recibiendo mucha atención por su potencial uso en el tratamiento de los síntomas asociados a la menopausia, así como por sus posibles beneficios en la disminución de los triglicéridos (2)

El interés por los fitoestrógenos ha crecido de forma importante en los últimos años al comprobarse que la THS (terapia hormonal sustitutiva), la única medicación que se venía aplicando a las mujeres con sintomatología climatérica, no es tan segura y eficaz como se había considerado, sino que genera una serie de problemas y reacciones adversas importantes, aumentando el riesgo de padecer cáncer de mama y endometrio, enfermedades cardiovasculares y la probabilidad de otras. 

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2010 hay 6 millones de mujeres en España con edades comprendidas entre 45 y los 65 años, edad de riesgo de aparición de enfermedades y disminución de la calidad de vida. La menopausia no es una enfermedad en sí misma, pero sí provoca numerosos trastornos que afectan a la calidad de vida y que pueden dar lugar a la aparición de de diferentes patologías. Tomar este tipo de fitoterapia combinada es muy adecuada para los sofocos leves o moderados, o bien en aquellas mujeres que no pueden o no quieren utilizar la terapia hormonal (recomendada en los sofocos severos). La soja y el trébol rojo han demostrado tener un efecto beneficioso en el alivio de los sofocos y en otras áreas importantes en la salud de la mujer como es el sistema cardiovascular. 

Los estudios preclínicos de seguridad indican que las isoflavonas, a la dosis recomendada, están desprovistas de efectos tóxicos (3)





Referencias

(1) Han KK, Soares JM Jr, Haidar MA, de Lima GR, Baracat EC. Benefits of soy isoflavone therapeutic regime non menopausal symptoms. Obstet Gynecol. 2002 Mar; 99(3):389-94

(2) Hidalgo LA, Chedraui PA, Morocho N, Ross S, San Miguel G. The effect of red clover isoflavones on menopausal symptoms, lipids and vaginal cytology in menopausal women: a randomized, double-bind, placebo-controlled study. Gynecol Endocrinol. 2005 Nov; (5):257-64.

(3) Cabero I Roura A, Gasulla A, Losada Diaz MA, Molina I Fugueras . Efectividad de la administración combinada de isoflavonas de soja y Trébol Rojo en el tratamiento de los síntomas menopáusicos. Acta ginecológica 2004. Vol LXL, 138-14

miércoles, 6 de febrero de 2013

Con o sin preservativo, el sexo sigue siendo placentero.


Según un nuevo estudio llevado a cabo en dormitorios de hombres y mujeres heterosexuales y homosexuales, con o sin condón, nos sigue gustando el sexo. 
"Habitualmente se cree que usar un preservativo hace que el sexo sea menos natural y se sienta menos placer", comentó la autora principal del estudio Debby Herbenick, investigadora científica asociada y codirectora del Centro de Fomento de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana, en Bloomington. "Pero cuando la gente los usa, resulta que el sexo es estupendo".
(c)victoriapeckman
El estudio, publicado el 23 de enero en la revista Journal of Sexual Medicine, halló que en una muestra representativa a nivel nacional de hombres y mujeres de 18 a 59 años de edad, la valoración del sexo era alta y con diferencias muy pequeñas con respecto al uso del preservativo o de lubricantes. No se encontraron diferencias significativas entre la habilidad de los hombres de tener erecciones con o sin preservativos o lubricantes.
¿Por qué los preservativos tienen tan mala fama? "Obviamente hay algo importante en juego, porque si no todo el mundo usaría condones", afirmó la Dra. Jill Rabin, jefa de atención ambulatoria, obstetricia y ginecología en el Centro Médico Judío de Long Island en New Hyde Park, Nueva York. "Es una cuestión de ser macho: Tú te encargas de eso, tú eres mi propiedad".
Pero Rabin, que no participó en el estudio, afirmó que la idea de que los hombres odian usar el preservativo es un mito. "A muchos les gusta. A las mujeres que no les gusta sienten que reduce la sensación y la sensibilidad", opinó.
Los lubricantes también están infravalorados en cuanto a su capacidad de mejorar el sexo, señaló Herbenick. Y las mujeres de cualquier edad pueden malinterpretar la necesidad de usar un lubricante como una señal de falta de excitación. "Conocí a una mujer de 26 años que tenía miedo de sacar el lubricante", aseguró Herbenick. "Dijo que tiene que haber un sitio web que diga: 'Las mujeres más jóvenes también necesitan lubricantes'".
Las mujeres que padecen de sequedad vaginal después de la menopausia también se sienten frustradas, porque ven la necesidad de usar lubricantes como una señal de envejecimiento.
"Pero un tercio de las mujeres estadounidenses siente la necesidad de usar lubricantes", aseguró Herbenick. "Ahora, en los últimos de cinco a siete años en la televisión, se habla de los lubricantes como algo relacionado con el placer y la excitación".
Además de los hallazgos sobre el placer sexual con el uso de preservativos y lubricantes, el estudio halló que las mujeres eran menos capaces que los hombres de saber de qué material estaba hecho el preservativo. Alrededor del 24 por ciento de las mujeres no estaban seguras, frente al 9 por ciento de los hombres. Probablemente esto se debía a que habitualmente son los hombres los que compran los preservativos, afirmaron los autores del estudio.
No saber el material del preservativo tiene implicaciones en la salud de ambas personas. Es más seguro usar los lubricantes a base de agua con preservativos, ya que los productos de base oleosa pueden deteriorar el látex, explicó Rabin.
Saber lo que la gente sabe y no sabe sobre los preservativos y lubricantes muestra a los educadores en cuestiones de salud lo que tienen que enseñar, afirmó Herbenick.
"Seguimos teniendo altas tasas de infecciones transmitidas sexualmente, embarazos no deseados y VIH, y la actitud de las personas es parte del problema", aseguró.
La educación es la clave para hacer que la gente entienda los beneficios de los preservativos y lubricantes, comentó Herbenick.