lunes, 11 de julio de 2011

Un problema común

©M.Angel Herrero
EL 80% DE LAS MUJERES ACUDE A SU GINECÓLOGO POR
PROBLEMAS RELACIONADOS CON LAS INFECCIONES
VAGINALES

Las causas de este problema pueden derivarse de un desequilibrio en la
flora vaginal

La llegada de los periodos vacacionales, como la Semana Santa, con
el retorno a las playas y piscinas, puede favorecer su aparición debido,
entre otros factores, a la humedad del bañador

Uno de los problemas más frecuentes con el que se encuentran, tanto
las mujeres que lo sufren como los profesionales sanitarios, es la
repetición de la enfermedad, incluso después de un correcto tratamiento

Las infecciones vaginales son el motivo
más común de las consultas ginecológicas. El 80% de las mujeres acude
a su ginecólogo por problemas relacionados con este tipo de infecciones.
Esta enfermedad se manifiesta con unos síntomas muy característicos como
la alteración del flujo vaginal y/o sensación de quemazón en la vulva y/o la
vagina. En la mayoría de las ocasiones los labios vulvares están enrojecidos e
hipersensibles.

Las causas de este problema pueden derivarse de un desequilibrio en la
flora vaginal, que puede dar lugar a patologías como la vaginosis bacteriana
–el tipo más común de infección vaginal- o la Candidiasis, que es la segunda
causa de vaginitis en mujeres en edad fértil y adolescentes
”, explica la Dra.
Ana Rosa Jurado, médica y sexóloga, miembro del grupo de probióticos de la
Asociación Española para el Estudio de la Menopausia y Secretaria del grupo
de trabajo de Sexología de SEMERGEN. Asimismo, la llegada de los periodos
vacacionales, como la Semana Santa, con el retorno a las playas y piscinas,
puede favorecer el desequilibrio y la aparición de infecciones debido, entre
otros factores, a la humedad del bañador.

Tratamiento y recomendaciones

Uno de los problemas más frecuentes con el que nos encontramos, tanto las
mujeres que lo sufren como los profesionales médicos, a la hora de tratar este
tipo de infecciones, es la repetición de la enfermedad (incluso después de
un adecuado tratamiento), ya que una vez alterada la flora vaginal, es difícil
restaurarla y la repetición de la vaginitis es frecuente
”, comenta la Dra. Jurado.

Lo habitual es tratar la infección mediante óvulos vaginales y cremas que
se aplican en la vulva. Los antifúngicos o bactericidas locales suelen ser
eficaces y fáciles de usar, pero fallan a la hora de restaurar el equilibrio vaginal
perdido. Este problema se suple con los preparados probióticos vaginales, que
contienen lactobacilos, y que suponen un buen complemento terapéutico.

Sin embargo, no todas los preparados son efectivos. Es importante que
contengan las cepas de lactobacilos adecuadas para una mayor eficacia. En el
caso de la vaginitis bacteriana, está demostrado que las cepas del lactobacillus
- L. rhamnosus y L. Gasseri - tienen propiedades en la regeneración y
mantenimiento de una flora vaginal sana.

Además, estas cepas, conjuntamente, son capaces de resistir el metronidazol,
la gentamicina y la clindamicina, y son las adecuadas para evitar la
colonización e infección por cándida albicans. Este aspecto es clave, porque
una tercera parte de las vaginitis son debidas a hongos.

Los lactobacilos son probióticos utilizados para restablecer el equilibrio de
la flora vaginal y cuentan con efectos antialérgicos, inducen la liberación de
citocinas anti-inflamatorias y aumentan la inmunoglobulina, es decir, tienen un
efecto anti-inflamatorio y aumentan las defensas.

Por último, se debe tener en cuenta que, muchas de estas infecciones,
requieren un tratamiento en pareja, ya que también el hombre puede estar
infectado y si éste no realiza el tratamiento, es más probable sufrir recidivas.

Recomendaciones a seguir en la vida diaria:

1. Cambiar la ropa interior todos los días.
2. En caso de usar protectores diarios, elegir los que no contienen
desodorante y cambiarlos varias veces en el día.
3. No utilizar ropa de lycra a diario, sino de algodón.
4. No usar pantalones ajustados a diario, porque estos inflaman la vulva.
5. No realizarse lavados o duchas vaginales, sólo hacerse una limpieza
de los genitales por fuera con agua, o con un jabón neutro o blanco sin
perfume.
6. No aplicar ningún tipo de spray o desodorante íntimo.
7. Realizar la limpieza de la vulva de adelante hacia atrás, para no arrastrar
los microorganismos provenientes del ano hacia la vagina.
8. Los tampones deben utilizarse sólo durante el día y cambiarlos cada
cuatro horas.
9. Tratar de evitar alimentos ricos en azúcar, levaduras y cafeína. Estos
ingredientes promueven el crecimiento desmedido de hongos.
10.
Comer yogur, específicamente los que contengan Lactobacillus
acidophilus.
11.Dormir sin ropa interior para disminuir la humedad en la zona vulvar.
12. No rasurar por completo el pubis, ya que con el rasurado pueden
producirse micro cortes en los labios vaginales o en el periné.

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ginecológicos más comunes, entra en: www.solucionesenfemenino.com.

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